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Los blanqueadores de dientes comerciales tienen un efecto estético temporal y de baja intensidad. El uso frecuente de estos productos puede tener efectos secundarios a corto plazo (hipersensibilidad dental, irritación de la boca). Todavía se sabe poco sobre cualquier efecto a largo plazo.

Lejos de los kits

Evite los kit de blanqueamiento en comercio: no sólo son ineficaces, también pueden provocar hipersensibilidad dental y  irritar las encías. El uso masivo y frecuente de sustancias de venta libre que blanquean los dientes atacan el esmalte, que a largo plazo el diente llega a ser más frágil y a oscurecerse.

Lo que contienen los agentes blanqueadores dentales

El efecto blanqueador de estos productos se debe a la presencia de peróxido de hidrógeno o clorito de sodio, productos químicos que penetran en el interior del diente, son capaces de entrar por el esmalte a la dentina (la capa intermedia del diente) la dentina es la capa que da el color al diente. El producto reacciona químicamente con los pigmentos de la dentina para neutralizarlos. El agente blanqueador actúa solo en dientes naturales, no en prótesis como coronas. No deben ser utilizados en presencia de caries, grietas, curaciones o encías sensibles.

Si el ingrediente activo es el peróxido de hidrogeno, el producto sólo puede ser vendido en farmacias, mientras que si es el clorito de sodio el fabricante puede elegir si venderlo en el supermercado o en la farmacia. De una prueba realizada en el pasado sobre este tipo de productos, los resultados no estaban claros. En particular los productos basados en clorito sódico (cloruro sódico) son menos eficaces  comparados con el peróxido de hidrogeno. Los odontólogos utilizan el peróxido para blanquear los dentistas en porcentajes mucho más altas.

Los blanqueadores dentales de venta libre con aplicadores de pincel son los menos válidos de los que se colocan con cubetas o tiras, ya que la sustancia activa permanece en contacto con el diente por un tiempo menor y se retira fácilmente con la saliva.

Conclusión

El odontólogo puede realizar un examen oral y tener en cuenta el historial médico completo, que puede ser útil para determinar si el blanqueamiento es un tratamiento apropiado y sin complicaciones para el paciente. También puede realizar tratamientos personalizados, cosa que con los tratamientos caseros non es posible. Esto se traduce en mejores resultados y riesgos menores.

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